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19/Abril/2018

 

Fue en el año de 1690 cuando el edificio que alberga al Teatro Hidalgo pertenecía al Convento y Templo de San Francisco de Asís. En 1865, las tropas liberales al mando del general Donato Guerra lo profanaron convirtiéndolo primero en cuartel y posteriormente en centro de zarzuela.

Durante el Porfiriato se levantó en ese lugar el famoso “Teatro Hidalgo”, respetando los muros exteriores, habiendo sido donado por el Gobierno Federal, el cual se inauguró el 25 de Agosto de 1906, por el gobernador, Don Enrique C. Creel. Este teatro se estrenó con la opera de Giussepe Verdi “II Trovatore”. Al día siguiente se presentaron las obras “Tosca”, “Caballería”, “Pagliacho” y “Fausto”.

A principios de los veintes, tuvo una exitosa actuación por la cantante española Josefina “Pepita” Embil, quien sería la madre del célebre tenor Plácido Domingo.

Creado por el arquitecto francés Federico Amérigo Rouvier, para un cupo de 1,170 personas distribuidas en 260 lunetas y 70 preferenciales, con un pasillo central y dos laterales; 26 plateas con 156 asientos; 14 palcos con 84 asientos y 600 asientos en las galerías, contaba con un espacioso vestíbulo, amplias escalinatas, un bar, anexo y en la parte alta un lujoso salón de recepción.

Asimismo de 1923 a 1928, funcionó como cine durante 5 años, sin embargo en su último año en el mes de noviembre, sostuvo una durísima competencia contra el teatro y cine “Alcázar”, a tal grado que una noche el Teatro Hidalgo fue incendiado intencionalmente al ver que el público lo prefería.

En la década siguiente, su dueño lo cedió al Municipio a condición de que lo restaurase, sin embargo la siguiente administración lo notificó y vendió a particulares, sin cumplir con la promesa empeñada.

ENTÉRATE DE LA VERDADERA
HISTORIA DEL Teatro Hidalgo

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