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30/Abril/2018

 

Sin duda uno de los elementos que caracteriza a Parral, son las famosas “rayadas”, un pan dulce tradicional elaborado con un toque de anís y piloncillo, que tiene sus orígenes desde poco antes de la revolución mexicana.

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Su nombre se debe al pan ovalado que incluye una adornada raya sobre la mitad del mismo.

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El tradicional sabor que inició en Hidalgo del Parral, para luego conservar durante décadas lo emblemático del pan que ha dado identidad a la ciudad.

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La historia inicia cuando esas rayadas se vendían cerca de la calle Independencia y en otros lugares de Parral. Para que le rindiera el gasto, doña Obertina Valdez de Vargas las compraba frías al día siguiente. Sabían más ricas, cuantimás si se sopeaban en chocolate o en leche.

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En los tiempos en que Francisco Villa era un actor principal en la Revolución Mexicana, ocurrió que un día, viendo un letrero en el que se leía Panadería, preguntó a un grupo que estaba ahí, qué se necesitaba para hacerles pan a sus muchachos.

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Entre temerosos y deseosos de ayudar, le respondieron que harina y dulce. Luego vino la angustia porque ellos eran músicos unos, y otros sastres. Se les ocurrió entonces llamar a Chema, él sí panadero, y una vez que tuvieron los ingredientes le ayudaron a elaborar varios costales de los de harina, llenos de rayadas de a medio kilo.

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Se las llevaron al general Villa para el visto bueno; él, al olerlas dijo: ¡Qué buenas rayadas!, síganlas haciendo así. Nunca supo el general, remata el que recuerda la escena, que ellos no éramos panaderos; todos se sentieron contentos de haberle sido útiles en algo.